La quimioterapia en perros es un tratamiento común, pues los perros, al igual que los humanos, no está exentos de padecer tumores de diversa índole y localizaciones anatómicas.
Muchos de estos tumores son detectados en las revisiones anuales a las que llevamos a nuestros amigos peludos y en las que la veterinaria nos puede ayudar a tomar la decisión correcta en cada caso.
La revisión consistirá en conocer la textura del tumor, su color, si tiene úlceras o no, su tamaño concreto midiéndolo con un pie de rey, si tiene base pedicular o extensa, si está infiltrado, etc. Todo esto simplemente con tocar. Las manos del veterinario son una gran herramienta diagnóstica.
Seguidamente se hará una analítica para comprobar la salud y ver si existe algún marcador alterado en demasía. Una radiografía y una ecografía completarán las pruebas diagnósticas.
En muchas ocasiones el facultativo nos propondrá un tratamiento con quimioterapia antes o después de la cirugía si es que puede realizarse, claro. La palabra quimioterapia nos asusta por las implicaciones que tiene en la medicina humana, pero gracias a la ciencia, la quimioterapia en perros no es tan agresiva ya que son tratamientos diferentes a los nuestros.
¿Cuándo se usa la quimio en perros?
La quimioterapia en perros se usará en las siguientes situaciones:
- Tumores imposibles de operar debido a su tamaño o localización.
- Tumores con riesgo de metástasis.
- Previo a cirugía de un tumor que se pretende reducir para luego poder extirparlo.
- Tras la extirpación de un tumor. El tumor ya se ha extirpado, pero se quiere asegurar que no queden células cancerosas en la zona quirúrgica.
La forma de administración y el tipo de quimioterapia en el perro varía en cada caso según el tipo de cáncer y el grado de enfermedad. Este tipo y grado de cáncer vendrá determinada con la biopsia que se realiza al tumor.
El laboratorio de anatomía patológica nos informará de qué tumor es, su pronóstico y su posible evolución. En muchos casos es muy recomendable acudir a un oncólogo veterinario para que nos paute el tratamiento más adecuado a nuestro perro y a su patología.
¿Cómo funciona?
Los tratamientos quimioterápicos para perros funcionan atacando a las células que se dividen rápidamente. Es por ello que no sólo se ven afectadas las células de cáncer maligno, sino también las demás células que se encuentran en división en el sistema digestivo, médula ósea y folículo piloso, por ejemplo.
Algunos de los efectos secundarios del tratamiento pueden ser:
- Problemas gastrointestinales: pérdida de apetito, vómitos y diarreas. En la mayoría de los casos son procesos leves que se resuelven con medicación vía oral. El veterinario puede también administrar medicación preventiva para que los síntomas no lleguen a producirse.
- Anemia y bajada de defensas: debido a la afección de la médula ósea podemos encontrar casos de anemia y bajada de defensas en nuestros perros que pueden conllevar infecciones secundarias. El veterinario realizará hemogramas de control y pondrá el tratamiento antibiótico necesario en caso de infección.
- Alopecia: en los perros la caída del pelo es poco frecuente, pero puede ocurrir en algunas razas, centrándose la caída en la cara y en la cola. Este proceso es reversible, de modo que una vez retirado el tratamiento el pelo vuelve a crecer.
La aparición de estos efectos no deseados está en torno a un 5% de los pacientes sometidos a procesos quimioterapéuticos. En caso de que se manifiesten nuestro veterinario ajustará las dosis y los fármacos para minimizarlos.
¿Cuánto dura un tratamiento quimioterapéutico en los perros?
La duración dependerá de varios factores, como son el grado de malignidad del problema hasta la zona en la que se haya localizado.
Algunas quimioterapias son realizadas en ciclos repetidos durante varios meses para después descansar o realizar una cirugía si es posible.
Otras se administran de forma permanente de por vida. Es muy importante que el propietario se comprometa con el tratamiento. Tiene que ser muy estricto con las revisiones que le paute el veterinario tanto para las sesiones de tratamiento como para los controles analíticos. Solo así conseguirá el mejor resultado.
Actualmente existen varios tipos de terapias anticancerígenas para perros tanto en administración endovenosas como otras más nuevas para tumores muy concretos en forma de comprimido oral.